Cuanto ha cambiado
todo desde aquella carta, pude re leer esas palabras llenas de dolor, angustia
e incertidumbre, mucho amor y cero resignación, y hoy puedo darme cuenta cuánta
paz he logrado alcanzar, y aunque aún mi ser te extraña ya no añoro lo que un
día fue, he podido comprender que todo evoluciona y se transforma y también que
hay almas que llegan a tu vida y te regalan experiencias pero deben marchar aún
cuándo en su partida se lleven un trozo de ti.
Al comienzo me
culpe y busque mil razones para entender el porqué, luego me odié por mirar
atrás y enterarme que tanto pude permitir, te odié por no dejarme ser, seguí avanzando y nuevas personas llegaron a
mi vida y pude entender que después de todo esto no era tan grande como alguna
vez lo ví y no me iba a superar luego de tanto atravesado, y aunque he tenido
noches tan oscuras mucho más que el mismo amanecer puedo decirte que he vuelto
a creer en el sol que alumbra mi ser, en mi fuerza inmensamente poderosa que me
transforma, he recordado lo que soy y lo que puedo lograr, he soñado de nuevo,
y aquí estoy una de tantas veces más reparando mi alma rota y para no mentir
tengo que decir que en repetidas ocasiones dudo mucho de mí, pero lo bonito de
caminar es conocer espíritus de luz que iluminan tu andar y aunque no sé cuánto
se puedan quedar, he de aprovechar para no rendirme en la batalla más grande
que es poder olvidar y dejar atrás, no se cuanto tiempo tenga que pasar para esta
historia contar pero esta vez sin una lágrima soltar.