jueves, 16 de julio de 2020

Mensaje al viento


He decidido la puerta cerrar y aunque muchos intentos van sé que esta vez la vencida será, no quiero negar que te extraño pero pienso y tal vez solo idealizo un recuerdo y un profundo deseo, dos almas que entre la diferencia  tan equivalentes  son, cargados de deseo, de pasiones, de pensamientos, de mentiras en el aire, de verdades sin confesar, llenos de toxicidad por errores al arrancar, dos cuerpos perfectamente humanos que se entregaron y en el camino cuanto se han equivocado, pero no es momento de apenarse ya, lamentos que no valdrán y a la basura se irán.

Gracias siempre tengo que decir por lo aprendido, juro que no quise a nuestra historia ponerle fin pero mi salud mental así lo requería, tus silencios se convirtieron en mis miedos, tu maldito ego hizo agujero en mi interior y tu perfecta armonía con mis ademanes coléricos que parecías disfrutar, a veces pienso y quizás entiendo que sentías espanto por mis incontrolables ataques histéricos, nunca te atreviste a acompañarme en mis juegos, tan perfectamente dominante y exigente, en mi mente quedan  los maravillosos momentos que en ocasiones antes de dormir, sonrío y cierro los ojos deseando volverlos a vivir, para que engañarme más, fueron instantes que ya no volverán, siempre te culpare por dejarme elevar mis sentimientos sin saber que tu no me acompañarías en la travesía y de un hilo mi corazón traerías aumentando tu pasión y gran sabor de ver un alma dominada por tu amor, de tu egoísta ser me queda que no siempre una historia será escrita por 4 manos a la par, que mis sueños no puedo cambiar, mis metas abandonar, y mucho menos daño a otros causar. 
Perdón también por las heridas que te causó mi ser, que mi egocentrismo ciego nunca observó acción u omisión que dolor te causó. 
Espero mis letras lleguen hasta ti y entiendas mi sentir, perdones mis errores y de cuando en vez me puedas leer y saber que ese texto para tí es, aunque sin ver, sin oír saber  que cerca me tenéis.

Algún lugar de Colombia
16/07/2020


DUELO EN PANDEMIA


Nadie te espera, nadie te desea detestable y amarga intrusa , mas ese interior cansado de latir, esa mente llena de recuerdos, aquellos ojos que brillaron sin fin, perfecta sonrisa que nuestras almas alegró, ni que decir de esos pasos de inquieto danzarin que a tantos estremeció, con la gran satisfacción que a una cuarta generación entregó un gran legado él sí te espero y fue así como nos dijo adiós. 
Quizás ya es tu ausencia eterna o tu imagen perpetua en lo mas profundo de los seres que admiraron tu fuerza, tu entrega y tu paciencia pero sin temor a errar en los recuerdos de todos por siempre vas a estar. 
Cuan complejo puede un luto ser, el abrazo ajeno se desea para reposar un rostro que quiere descargar las lagrimas que no aguanta más, emanar una sonrisa que traduce inefable sentimiento de comprensión, amor y consuelo que al final alivian ese desdichado corazón.
De tal tamaño fue tu marca que hasta en tu despedida tejiste una gran historia, en las memorias estará una Pandemia que hasta limitaba la movilidad, un abrazo era un arma mortal, una sonrisa opaca con un tapabocas está y unos metros de distancia que al final solo molestaban y aumentaban la grande pena que los afectaba. 
Sabemos pues que con defectos y virtudes cosechaste en tu despedida grandes gratitudes, fue el final de una historia terrenal y tu gran comienzo en el coro celestial, hasta Siempre será la frase que mi mente recorrerá. 


In Memoriam vir patre, avo, proavo, amicum.
Crescencio Rodallega Ibarra. 
Algún Lugar de Colombia
16/07/2020













Fuerza Poderosa

  Cuanto ha cambiado todo desde aquella carta, pude re leer esas palabras llenas de dolor, angustia e incertidumbre, mucho amor y cero resig...