He decidido la puerta cerrar y aunque muchos intentos van sé que esta vez la vencida será, no quiero negar que te extraño pero pienso y tal vez solo idealizo un recuerdo y un profundo deseo, dos almas que entre la diferencia tan equivalentes son, cargados de deseo, de pasiones, de pensamientos, de mentiras en el aire, de verdades sin confesar, llenos de toxicidad por errores al arrancar, dos cuerpos perfectamente humanos que se entregaron y en el camino cuanto se han equivocado, pero no es momento de apenarse ya, lamentos que no valdrán y a la basura se irán.
Gracias siempre tengo que decir por lo aprendido, juro que no quise a nuestra historia ponerle fin pero mi salud mental así lo requería, tus silencios se convirtieron en mis miedos, tu maldito ego hizo agujero en mi interior y tu perfecta armonía con mis ademanes coléricos que parecías disfrutar, a veces pienso y quizás entiendo que sentías espanto por mis incontrolables ataques histéricos, nunca te atreviste a acompañarme en mis juegos, tan perfectamente dominante y exigente, en mi mente quedan los maravillosos momentos que en ocasiones antes de dormir, sonrío y cierro los ojos deseando volverlos a vivir, para que engañarme más, fueron instantes que ya no volverán, siempre te culpare por dejarme elevar mis sentimientos sin saber que tu no me acompañarías en la travesía y de un hilo mi corazón traerías aumentando tu pasión y gran sabor de ver un alma dominada por tu amor, de tu egoísta ser me queda que no siempre una historia será escrita por 4 manos a la par, que mis sueños no puedo cambiar, mis metas abandonar, y mucho menos daño a otros causar.
Perdón también por las heridas que te causó mi ser, que mi egocentrismo ciego nunca observó acción u omisión que dolor te causó.
Espero mis letras lleguen hasta ti y entiendas mi sentir, perdones mis errores y de cuando en vez me puedas leer y saber que ese texto para tí es, aunque sin ver, sin oír saber que cerca me tenéis.
Algún lugar de Colombia
16/07/2020