miércoles, 25 de septiembre de 2019

APRENDIENDO A DECIR ADIÓS

El problema nunca fuiste tú, la cuestión estuvo en  las ilusiones y las expectativas altas de quién podrías ser, de creerte ese ser humano que aparentaba ser maravilloso pero nunca te enteraste de esto y terminaste decepcionando,  no por mí pensar  dejas de ser fascinante, lo eres  de una sutil manera y en tu total sentido de ser inusitado.
No soy quien para juzgar tus bajas pasiones y tus experiencias, sí bien nunca prometiste nada, callaste a mis preguntas concretas y eso te hace abyecto frente a mis ojos. Posiblemente entre mis caprichos te dio miedo tejer palabras de compromiso sentimental, Compromiso que jamás pedí! Deseaba transparencia y lealtad pero es muy vago pedirlo a quien nunca lo ofreció solo fueron  mis insensatos pensamientos que anhelaban recibir algo más que una noche de pasión ahogada en la oscuridad de mi habitación. 
Y así fui dejando que pasaran días y pronto fueron meses dónde la incertidumbre de saber si al día siguiente ya no querrás responder nunca más a una de mis dos mil preguntas, también entendí que te agobiaba con mi intensa sensación de tener todo bajo control. 
Dos absurdas y extrañas pero parecidas personalidades que jamás se entenderán al compás de tener siempre la razón y dominar el todo incluyendo quién no nos pertenece. 
No es justo jugar a consumir el tiempo ajeno y tampoco participar de una vida que al final del día termina por no importarnos, cruzar textos y una mirada  quizá es gusto pero carece del contenido de interés, y en cierto sentido madurar es no engañarnos a nosotros mismos y atendiendo a estas palabras no podré esperar más de tí y no podré ofrecer más de mí, siendo así momento de ponerle fin a una situación particular que acaba por dominar y hacerme sentir mal con mi propio ser que a lo mejor se permitió, pero parte del crecimiento es reconocer, aceptar, transformar y continuar... 
No siendo más mi gratitud y lealtad siempre estarán en su caminar aunque mi voz no la vuelva a escuchar y por si acaso nos llegamos a encontrar sonreiré de la forma mas cordial y en mi corazón sentiré felicidad de verle transitar, quizá de cuando en vez un como estas que nada significará. 




Fuerza Poderosa

  Cuanto ha cambiado todo desde aquella carta, pude re leer esas palabras llenas de dolor, angustia e incertidumbre, mucho amor y cero resig...