El problema nunca fuiste tú, la cuestión estuvo en las ilusiones y las expectativas altas de quién podrías ser, de creerte ese ser humano que aparentaba ser maravilloso pero nunca te enteraste de esto y terminaste decepcionando, no por mí pensar dejas de ser fascinante, lo eres de una sutil manera y en tu total sentido de ser inusitado.
No soy quien para juzgar tus bajas pasiones y tus experiencias, sí bien nunca prometiste nada, callaste a mis preguntas concretas y eso te hace abyecto frente a mis ojos. Posiblemente entre mis caprichos te dio miedo tejer palabras de compromiso sentimental, Compromiso que jamás pedí! Deseaba transparencia y lealtad pero es muy vago pedirlo a quien nunca lo ofreció solo fueron mis insensatos pensamientos que anhelaban recibir algo más que una noche de pasión ahogada en la oscuridad de mi habitación.
Y así fui dejando que pasaran días y pronto fueron meses dónde la incertidumbre de saber si al día siguiente ya no querrás responder nunca más a una de mis dos mil preguntas, también entendí que te agobiaba con mi intensa sensación de tener todo bajo control.
Dos absurdas y extrañas pero parecidas personalidades que jamás se entenderán al compás de tener siempre la razón y dominar el todo incluyendo quién no nos pertenece.
No es justo jugar a consumir el tiempo ajeno y tampoco participar de una vida que al final del día termina por no importarnos, cruzar textos y una mirada quizá es gusto pero carece del contenido de interés, y en cierto sentido madurar es no engañarnos a nosotros mismos y atendiendo a estas palabras no podré esperar más de tí y no podré ofrecer más de mí, siendo así momento de ponerle fin a una situación particular que acaba por dominar y hacerme sentir mal con mi propio ser que a lo mejor se permitió, pero parte del crecimiento es reconocer, aceptar, transformar y continuar...
No siendo más mi gratitud y lealtad siempre estarán en su caminar aunque mi voz no la vuelva a escuchar y por si acaso nos llegamos a encontrar sonreiré de la forma mas cordial y en mi corazón sentiré felicidad de verle transitar, quizá de cuando en vez un como estas que nada significará.