domingo, 7 de junio de 2020

Bitácora de una Pandemia.



*..Debo descansar pero mi cerebro muy activo está, luego de muchas lágrimas soltar por fin se logra apagar y esperar será el siguiente día de cuarentena que nos traerá...*
Han pasado varias noches desde entonces, opté por huir de las noticias, poner barreras a los comunicados alarmistas, no puedo negar la ayuda de los fármacos para dormir, antidepresivos para un mejor sentir, decisiones acertadas para cuidar mi mente ansiosa y mi cuerpo, que débil está por el mismo pánico de padecer la que a mí razón es la más dolorosa llegada al final, ahogarme en las partículas de un virus qué recorrió el mundo y arrasó con los más débiles sistemas respiratorios... ¡No!, No podía ser parte de esos números que llenan las tablas de estadísticas a diario, tenía que hacer parte del otro lado, de los que vemos desde la barrera ya sin miedo pero con total respeto y prevención, misma que nos obligó a adaptarnos. 

Haz llegado y sin invitación, no haz Sido bienvenido, no eres amado, ni deseado, no te conocemos y aún no sabemos cuánto durará tu estadía en medio de este desastre social que impusiste a tu llegada.
Presencia que llegó a desafiar nuestras creencias, a poner a prueba la sabiduría ancestral que por años ha convencido de curar, nos alejaste de quienes amamos, nos forzaste a encerrarnos, pero también nos obligaste a reconocer emociones y a organizar pensamientos, a reestructurar nuestra forma de vivir re significando la familia, penetraste nuestras almas para detener el tiempo y enseñarnos a distinguir lo importante, lo prioritario y lo urgente y desechar lo innecesario en nuestras vidas. Para muchos la enseñanza ha Sido más fuerte y han dejado en el camino a sus seres amados de la forma más cruel: frío, soledad y distancia pues el más mínimo gesto a pocos centímetros de cercanía significan un potente peligro y esto duele pues nos toca hasta la ultima fibra y, solo queda llorar tras una tela que cubre parte de nuestro rostro, porque hasta sonreír al saludar ya quedo atrás, los rumores en las redes aumentan buscando culpables en laboratorios, en centros de atención, en el gobierno pues se resiste el pueblo a creer que algo que no podamos ver nos transforme la vida por completo, ya nadie será el mismo y si lo es condenado estará a vivir su propio infierno. 
Mi mente teje hipótesis y traza posibilidades, cree que hay seres humanos que necesitan ser depurados de nuestro ecosistema pero dejando huella, una tan grande que a la humanidad no le escape de sus memorias, Seres humanos que estando en su inmensa soledad no pueden entenderse, amarse y valorarse por tanto carecen de capacidad para ofrecerle al mundo y sus habitantes.
Han Sido muchas noches de insomnio total, angustia general, pánico y desesperación mental, pero ha llegado el momento de entenderlo que está aquí y solo en su camino enreda a quienes deudas impagables con la humanidad cultivaron y sus intenciones lejos están de saldarlas. 
He considerado que ha sido de un valioso poder y significado tener una mente que transita por muchos pensamientos, toma algunos desecha otros y estudia los aprendizajes de la forma más trascendental sin nada importar pues al final a los farmacos culpara si algo sale mal. 

Algún Lugar de Colombia
07/06/2020
Pandemia Coronavirus - COVID19

Fuerza Poderosa

  Cuanto ha cambiado todo desde aquella carta, pude re leer esas palabras llenas de dolor, angustia e incertidumbre, mucho amor y cero resig...